De repente una tarde de inviernoalgo extraño sucedió
un breve instante de anhelada calma
invadió mi ser.
Por un instante el viento dejó de soplar,
mis ojos de llorar cesaron
y ya sin tanto dolor
la débil luz del sol contemplaron...
dolorosa y tenue claridad
que calmó mi alma con una sola palabra tuya
y la esperanza, que ya jamás me visitaba
en mi oscuro umbral,
con su cálida caricia
rozó a mi corazón.
¿Será sensato recibirte, vieja amiga,
nuevamente en esta vida?
¿O acaso me lastimarás, viéndome desangrar ante tus ojos
y luego dándo la vuelta y alejándote
dejándome morir tras de ti?
Es ante mí lo que veo
el caprichoso desfile de mi destino
que una voz en el viento me predijo que sería,
estaba escrito
en el libro de Dios
más no sé cuál será el final
de mi oscura historia.
Mis anhelos de volar son inmensos
mas temo por mi alma
rogándole a Dios no dejarme caer...mi frágil corazón
ya no lo soportaría.
¿Es sensato ilusionarme nuevamente
y enfrentar el detino desplegado ante mí?
No me abandones, esperanza,
ahora que has abierto tu puerta
no la dejes cerrarse
ni me condenes a tu fría ausencia otra vez.
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