domingo, 7 de junio de 2009

AL FINAL

Aquella vela que de nuevo encendí
con cuidadoso afecto,
con profunda esperanza,
se extinguió.
Murió esa ya frágil llama
apagada por alguien que no supo
ni jamás sabra amar
y que nunca vio esta agonía,
no supo ver la realidad.
El latir de un corazón
pudo alejar al menos por un instante
todas aquellas crueles mentiras,
hizo quebrar el fundamento de mi dolor
y de esta triste soledad
y crecer mis ilusiones
como una onda en el agua...
aunque, al final,
terminó quebrándome.
Sigo aquí, sola...
de vez en cuando sonrío
aunque no tengo razones para ello,
no es más que mi triste y patético disfraz...
¡Cuánto quisiera que Dios, si estás ahí,
me respondieras a tantas preguntas!
Al final sigo aquí
aunque al menos sin ti,
otra triste trampa
de mi sádico destino.
No es esto más que otra negra página
de mi historia
que intento escribir con color,
aunque al final ese tintero
parece tan vacío para mí,
no es más que otra tonta ficción
porque nuevamente
nada pudo ser en la vida
lo que en sueños pareció ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario