Despiertan lágrimas a mi alma dormida
pobre y herida sombra
que espera...
la espera es su destino.
Espera, en la cornisa de la eternidad
espera a una sombra compañera
que camine a su lado el resto de la mortal existencia
y en la muerte sienta el calor de su mano
justo antes del frio acero mortal del último grano de arena
en el reloj del tiempo...
Espera a una sombra compañera
que llore junto a su llanto
y sonría junto a su sonrisa,
que eleve una canción de amor a su lado
cada noche al brillar la luna,
agradeciendole al Creador
otra noche más de amor para compartir...
Espera a ese bendito ángel
que pueda mostrarle un poco de luz en medio de la oscuridad
y la fría soledad
en la que sangra herida
sin nadie que oiga su llanto.
Sueña, al cerrar los ojos,
con ese cálido aliento que la reviva
y le dé una razón más
para despertar sin miedo a volar,
para no temerle más a la luz...
para creer que hasta una perdida sombra como ella
puede ser amada en el corazón de Dios.
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