aquí, en esta nada retorcida,
aquí, mientras la frialdad del amor acaricia mi cabello,
te veo morir, mi pobre corazón.
Tú lo asesinaste,
eres tú la única culpable del temido final,
de tan silenciosa y desgarradora agonía.
Toda mi vida supe
Toda mi vida supe
que tú sólo me harías sufrir,
que estaría mejor sin tí...
pero me enceguecí creyendo tus palabras...
...vacías
tan cruelmente entre tus manos frente a mí,
hoy la sepulto...
...sepultas cada esperanza de ser feliz,
hoy es la misma dicha de tenerte
que se convirtió en el dolor de saberte una mentira...
...tan sólo una mentira...
allí con cada pensamiento que me dejas,
con cada ilusión que me arrancaste,
con cada lágrima que derramo por ti,
con toda esta desilusión que regaste
matando cada flor de mi jardín,
con todos esos malditos recuerdos de ti
pero yo no le temo al silencio.
Déjame decirte gracias
por todo lo que fuiste,
por todo lo que hiciste,
por lo poco que me diste,
gracias...
...gracias por cada lágrima
me llevo tus palabras,
tus respiración,
tu rostro,
tu voz...
...todo menos tu corazón,
ya nunca más lo querré,
ya nunca más lo acogeré,
ya nunca más le daré el abrigo de mi pecho...
aunque me desgarre por dentro el dolor,
aquí en mi oscuridad, aquí en la Oscuridad
frente al sepulcro de tu memoria
que ya nunca más volveré a evocar
mi dolor,
mi pesar,
mi agonía,
Dulce niña oscura, si me permitís te agrego un link en mi blog
ResponderEliminarel vuelodelaesfinge.blogspot.com