Pobre niña oscura
me miro a mi misma
allí languideciendo
entre tus brazos...
que niña frágil,
ilusionada,
tan expuesta a los puñales de esta vida
he allí mi pecho abierto
expuesto al dolor
en este infierno
arde mi corazón.
En tí encontré mi salvación,
en tí he hallado el paraíso...
o al menos eso creo,
pero tanto temo ser herida
que me arrincono en la penumbra
en este infierno
donde arde mi corazón.
Amo besarte ensangrentada,
amo abrazarte en el crepúsculo,
pero te miro y tengo miedo,
¡sálvame por favor!
Sálvame de este infierno,
arde mi corazón.
Arde mi corazón
en tus manos,
arde mi corazón
en tus labios,
arde mi corazón
en mi pecho,
arde mi corazón
por amor.
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