domingo, 31 de enero de 2010

PECADO

En la noche oscura
en su dulce abrazo helado
me arrodillo y grito:
¡He pecado!
He pecado contra ti,
oh mi amor...
he roto mi promesa,
yo no soy para ti...
...pues he pecado.
Lágrimas no caen de mis ojos
pues mi corazón ya no puede sentir
como antes lo senti
sólo me arrepiento de lastimarte así,
tú nunca lo sabrás.
Probé de sus labios la traición,
rasgué la piel del deseo,
bebí el cáliz de la lujuria perversa...
...pues soy una criatura de la noche,
he caído,
mi alma es helada como el invierno
y dudo que en mis brazos espinosos
encuentres la rosa que tú buscas,
pues en ésto me he convertido
por mi maldito padecer.
He pecado
pero miro a tus ojos
y puedo sentir tu amor
más no siento los latidos salvajes
de mi muerto corazón.
Perdón no podría pedirte,
ya no puedo sentir amor,
sólo sigo aquí esperando
agonizando de dolor
entre tus benditos brazos
que entre ellos albergan
al más perverso ser.

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